El sábado 9 de junio he sido homenajeado , con motivo de sus fiestas de San Antonio, por la asociación “El Cantu la Jorma” y los vecinos de Suarías, en una ceremonia que ya viene siendo habitual desde hace varios años en el día grande de su fiesta y después del acto central de la misma y a la que este año se sumó con unas palabras el alcalde, leídas en su nombre por el primer teniente alcalde, Regino Carrera.
Sinceramente no me planteo si lo merezco o no, lo recibo con gratitud y ello enriquece mi ya buena relación con las gentes de Suarías. Me regalaron, como sello del homenaje, un precioso marco con una imagen de “La Santina”, que seguro colocaré en un escogido lugar de mi casa y que me servirá para agrandar esa entrañable referencia espiritual que es la Reina de nuestras montañas.
Sobre los posibles méritos por los que recibo este reconocimiento, y para no pecar de falsa modestia, diría que creo que he colaborado a la potenciación y mejora de aspectos culturales del Valle Bajo de Peñamellera, de algunas tradiciones, del juego de los bolos en particular… pero no lo he hecho por ningún tipo de altruismo, sino simplemente porque me lo pedía el cuerpo, porque me ha producido el hacerlo una inmensa satisfacción personal, porque antes lo vi hacer a otros: a tantos que colaboraron en las cabalgatas de Reyes cuando éramos niños; a otros, y a veces a los mismos, en aquellas obras de teatro de tan gratos recuerdos; a aquellos que nos permitieron acercarnos al “milagro” de la televisión, en los primeros años, cuando la mayoría no la teníamos en casa; a tantos que colaboraron por engrandecer las fiestas del Valle y a todos aquellos que siempre nos apoyaron y ayudaron cuando nos tocó a nosotros ser comisión; a tantos indianos que nos hicieron disfrutar de extraordinarias fiestas y estupendos concursos de bolos y nos compraban bolas y nos llevaban a jugar para aquí y para allá. A tantos que defendieron los bolos y otras costumbres y tradiciones con tanto entusiasmo y pasión… Si todas esas cosas las recibimos gratis es justo, como decía ese gran pensador español del siglo XX, Ortega y Gasset: “ que tengamos la generosidad de devolver gratuitamente a la vida de nuestra sociedad lo que ella también gratis nos ha dado”. Hoy me vienen a la memoria muchas personas, algunas fallecidas y otras que todavía viven, que me gustaría nombrar, pero que no lo voy a hacer por lo injusto que sería con todas aquellas de las que me olvidaría. Esto también me recuerda lo que bellamente describe el Nobel portugués Saramago, cuando dice que: “ habitamos físicamente un espacio pero sentimentalmente, sobre todo, habitamos una memoria”.
En esta tarea nunca estuve solo, no sería justo olvidar a los miembros de la Asociación “Pico Peñamellera”, algunos de los cuales llevan tantos años como yo: Antonio Rugarcía, Jesús San Román, a otros muchos que colaboraron a lo largo de estos años… y actualmente a otros más nuevos, pero muy eficaces, como Miriam Velarde y Javier Blanco; a las peñas de bolos, a las comisiones de fiestas de los pueblos, al Ayuntamiento, a los medios que dieron cuenta de lo que hicimos y a los vecinos que colaboraron …
Aplaudo esta iniciativa del “Cantu la Jorma” y el pueblo de Suarías de premiar o reconocer todos los años con motivo de las fiestas a alguna persona relacionada con nuesto Valle. En general, los reconocimientos animan, invitan al esfuerzo, reconocen que no estamos solos, que pertenecemos a un colectivo al que tenemos la obligación de aportar algo, que somos capaces de reconocer entre nosotros acciones de valía. Son también, en muchos casos , un pararrayos para cuidar y valorar iniciativas propias y no tener que llegar a añorarlas porque las hemos perdido.
Deseo a la asociación “El Cantu la Jorma” y al pueblo de Suarías que sigan conservando sus mejores valores de cordialidad y hospitalidad y que mantengan esa luz que ha iluminado las muchas iniciativas llevadas a cabo en esta última década ¡Que sigáis siendo ejemplares! , con premio o sin él.
Para finalizar quiero referir mi primer recuerdo de Suarías: subí a San Antonio por primera vez cuando tenía 9 años. No había ido hasta entonces a la fiesta de ningún pueblo del Valle Bajo de Peñamellera. Me llevó Laura Smenjaud, a quien recuerdo muy bien como una muchacha mayor cuando yo era niño y, esa fiesta del valle ajena a las fiestas de Panes, forma parte de una de mis vivencias infantiles gratamente recordadas. Posteriormente, en 1961, tuve la experiencia de ver en este pueblo por primera vez la televisión y ahora este homenaje que me llena de emoción , sobre todo, porque proviene de gente cercana.
Me gustaría , dentro de no mucho tiempo , poder vivir también en Suarías la visita de los Príncipes de Asturias porque vengan a entregar el Premio de Pueblo Ejemplar de Asturias, al que aspira oficialmente desde el año pasado, y por supuesto fotografiar a S. A. R. en la bolerona de “El Cantu la Jorma”. Yo estoy seguro de que merecen ese prestigioso premio, por sus valores, por su unión, por la importancia y el testimonio de sus iniciativas, por tener que alimentar todo eso con muy, muy pocos vecinos, porque esa sangría de la despoblación se ha cebado demasiado con los pueblos de nuestro concejo.
Pero como seguro que habrá mucha competencia para el premio, me gustaría que no olvidaran el gran lema de Cela: “El que resiste gana” un lema que parece simplista, pero es una abrumadora verdad. Además que recuerden que dijo San Pablo que: “hay más alegría en dar que en recibir”, en este caso dar sería seguir en la línea de entusiasmo y buen hacer que mantienen. Y por último invitarles a recordar que Cervantes puso en boca de D. Quijote: “ Sancho no olvides que es más importante el camino que la posada”.
Muchas gracias.
Isidro Caballero Sardina, Presidente de la Asociación Pico Peñamellera
Vídeo del acto de entrega
