D. Ángel Cuesta Lamadrid, Biografía
D. Ángel Cuesta Lamadrid
Palacio de "El Collao", en Cimiano.
El objetivo de este artículo escrito por Román Antonio Álvarez González, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Avilés y gran admirador de la vida y obra de D, Ángel Cuesta, tanto en España como en América, es poner la vida y obra de D. Ángel en contacto con los peñamelleranos y se conozca mejor...
De D. Ángel dijo en la publicación Bolera nº 20 que salió en Agosto Javier Gómez Cuesta actual párroco de San Pedro (Gijón) en su brillante artículo “Las tres boleras de Panes” :
“La escuela a la que íbamos de pequeños en Panes era un edificio enorme y noble que decían que le había mandado edificar D. Ángel Cuesta, el que tenía su busto en el parque y del que solo sabíamos que había sido un hombre importante en Tampa-Florida y que había vivido en El Collao, esa casona solariega entre árboles centenarios que nos hacía magnificar más la figura de esta personaje al que nunca vimos, que fue un gran benefactor del pueblo”
Román Antonio Álvarez González
1.- Nacimiento e infancia en Colosía.
Nace don Ángel Cuesta Lamadrid en diciembre de 1858, su partida de bautismo está fechada el 23 de diciembre de ese
Colosía lugar de nacimiento de D. Ángel Cuesta.
año, en Colosía, una pequeña aldea del Oriente de Asturias situada en el Concejo de la Peñamellera Baja. Era hijo de Bernardo Cuesta Porrero y de Francisca de la Madrid Toral. Colosía no tenía escuela y los niños tenían que acudir a Panes para recibir las clases. Era un desplazamiento que, sobre todo con los rigores del invierno, resultaba muy penoso. La emigración a América era algo normal en Asturias, significaba buscarse un porvenir fuera del terruño, en donde se dependía de la bondad de las cosechas y de la buena suerte en la cría del ganado.
2.- La marcha a Cuba, en 1871.
La llegada a Colosía de un vecino llamado Matías, que había emigrado a Cuba y que se ofreció a llevar consigo a Ángel a su regreso a la isla, fue toda una oportunidad para aquel chico que estaba a punto de cumplir los trece años. Tras el permiso y la bendición de sus padres, sale Ángel de Colosía y, en diciembre de 1871, estaba en Santander, a punto de embarcar para el Nuevo Mundo. Efectivamente, el día 30 de ese mes embarca en el vapor “Germania”, acompañado por su vecino Matías, con rumbo a La Habana. El 16 de Enero de 1872 pone pie en territorio cubano Ángel Cuesta. Allí estaba para recibirlo don Ángel González Gutiérrez, su padrino de bautismo y gran amigo de su padre. Ángel Cuesta se irá a vivir a casa de su padrino, en una ciudad residencial llamada Marianao, en las afueras de la Habana. Su padrino lo inscribe en una escuela para completar estudios, en la cual pasa todo el verano. Con quince años, se irá a la Habana y empieza a trabajar en una fábrica de tabacos, donde aprende el oficio de tabaquero. Son tiempo duros, con largas jornadas de trabajo y sueldos pequeños que apenas llegan para pagar el acomodo y la comida. Por otro lado, los “mambises”, insurgentes cubanos que querían independizarse de España, traían en jaque al ejército español en la isla. Cuba no era considerada como una colonia, sino como parte del territorio español. Durante la guerra contra la insurgencia y con solo quince años, se alista voluntario y combate bajo las órdenes del general Valeriano Weyler. La guerra finaliza con la firma de la Paz de Zanjón, en 1878, por la que se concede a Cuba un Estatuto de Autonomía.
3.- El traslado a los EEUU, en 1878.
Una vez finalizada la guerra Ángel Cuesta pasa a Key West, en el Estado de Florida, y comienza su aventura en los EEUU, tiene entonces 20 años. De Cayo Hueso se desplaza a Nueva York y de allí a Chicago. En aquellos años combina el trabajo con el aprendizaje del inglés. Ya en 1884 lo encontramos establecido en Atlanta, capital del estado sureño de Georgia y dos años después solicita y le es concedida la ciudadanía norteamericana. Esta gestión la hace sin renunciar a la nacionalidad española.
D. Ángel Cuesta Lamadrid
En 1888 contrae matrimonio con Marie Blinder y crea su primera fábrica de tabaco. En 1892 trasladará parte de su negocio desde Georgia a Tampa, en Florida, en donde hay una gran colonia española, concretamente asturiana. Un año después de llegar a Tampa, será nombrado Vicepresidente del Centro Español en la ciudad.
4.- La influencia de la “Guerra de Cuba”.
La “Guerra de Cuba” de 1898, en la que España es derrotada por los norteamericanos, deja grandes secuelas en las opiniones públicas de los dos países y las relaciones se verán seriamente deterioradas. Esto marcará de forma especial la vida de don Ángel Cuesta, puesto que la guerra afecta al sentimiento hacia las dos patrias que lleva en el alma, la de nacimiento, España y la de adopción, los Estados Unidos. La tristeza por el enfrentamiento y sus consecuencias y el deseo de revertir sus consecuencias, le llevará a tomar una decisión clave en su vida: luchar por reconducir las relaciones y por acercar a los dos países a los que ama: España y los EEUU.
En 1903 viaja con su esposa y con dos de sus hijos a Europa y antes de su regreso a España pasa una temporada en su pueblo de Colosía al que ayudará de forma constante con mejoras de infraestructuras e instalaciones. Sus ayudas materiales y económicas al Centro Español de Tampa, serán también muy importantes a partir de ese momento.
5.- El Rotary Club.
El 23 de Febrero del año 1905, nace en Chicago un club que aboga por conseguir dos objetivos fundamentales, la paz entre las naciones y la ayuda contra las enfermedades, especialmente de los niños, en todo el mundo. Se trata del Rotary Club.
Román Antonio Álvarez González con José Manuel Fernández en un homenaje a D. Ángel Cuesta bajo su busto.
Paul Harris, abogado, formó el primer club con tres personas más: Silvester Schiele, comerciante de carbón, Gustavus Loehr, ingeniero de minas e Hiram Shorey, sastre y comerciante. El Rotary Club se define como una organización “valedera en pro de la paz”. Sin embargo, dice de sí misma que no ejerce poder jurisdiccional, no es una religión, no posee ni ejército ni tanques y tampoco es una organización política. Si además considera la paz como algo que no puede ni ordenarse ni imponerse militarmente y, por tanto, la responsabilidad de la paz no puede recaer únicamente en los gobiernos, ¿cómo pueden plantearse desde los clubs rotarios las acciones para favorecer la paz? La respuesta es la búsqueda de procesos integrales, que derriben las barreras que hacen que los seres humanos se acusen mutuamente.
Tratando de comprender y poner en común los diferentes puntos de vista de las gentes sobre los mismos problemas. Venciendo las barreras raciales, religiosas y culturales y colaborando para brindar servicio a todo el género humano. Esa es, según las propias palabras rotarias, la forma en que el Club se enfrenta a la reducción de las tensiones entre los pueblos, al afianzamiento de las amistades y a la consecución de la paz.
6.- La entrada en el Rotary.
El pensamiento de don Ángel Cuesta Lamadrid tiene grandes coincidencias con los ideales rotarios y por ello, no tiene nada de extraño que este hombre hecho a sí mismos, con una gran humanidad y generosidad, acabase engrosando las filas y teniendo un destacadísimo protagonismo en el Rotary Club.
En 1908, don Ángel Cuesta viaja de nuevo a España, vía La Habana. Después hace un largo viaje por toda Europa y Norteamérica. En 1913 el Rey Alfonso XIII le concede la Gran Cruz y Banda de Isabel La Católica, por su apoyo al ejército español durante la Guerra de Marruecos. Desde entonces mantendrá siempre una estrecha y amistosa relación con el monarca. Pero será el año de 1914 cuando don Ángel decida entrar a formar parte del Club Rotario de Tampa, coincidiendo con el mismo momento de su fundación.
Ángel Cuesta conocía la actividad e ideales de los Clubes Rotarios desde sus inicios en 1905. Su espíritu filantrópico, su amor a España y a los EEUU, resultarán determinantes en su decisión. El objetivo de Ángel Cuesta es claro, propiciar el acercamiento entre España y a los EEUU y mejorar las relaciones entre los dos países. Por eso acepta entrar, un año más tarde, en el Comité de Extensión de la Internacional Rotaria, con la encomienda de realizar el lanzamiento de los Clubes, primero en Cuba y luego en Europa, empezando por decisión propia en el viejo continente, como puede fácilmente deducirse, por su propio país, España.
La escuela de Colosía, cuyo coste sufragó D. Ángel Cuesta.
En el año de 1915, el amor que siente por su tierra natal le impulsa a comprar una finca, denominada “El Collado”, en el pueblo de Cimiano, a poca distancia de su pueblo natal Colosía, con la intención de prepararla para pasar en ellas los veranos. Al año siguiente funda en la capital cubana el primer Club Rotario de habla española. La tradición asociacionista de los españoles en Cuba y su amistada con José Antonio Rodríguez, presidente por aquel entonces del Círculo Avilesino de la Habana, van a ser las bazas que jugará Ángel para conseguir la fundación del Club Rotario. Ese mismo año fundará en Cienfuegos el segundo Club Rotario de Cuba.
El 20 de Octubre de 1920, con la ayuda del Rey Alfonso XIII y del Secretario de la Embajada Americana, funda en Madrid el primer Club Rotario de España y del continente europeo, cuyo primer Presidente será el Marqués de Valdeiglesias. Don Ángel Cuesta será distinguido con el nombramiento de “Socio Honorario del Club”. También en 1920 es nombrado “Hijo Predilecto del Valle de Peñamellera Baja. Don Ángel continúa con sus obras benefactoras para su pueblo y así, en 192 1, después de realizar numerosas gestiones y aportar importantes dineros, el prócer ve inaugurada la traída de agua a Panes, cuyo importe había pagado en un cincuenta por ciento. También inaugura la escuela mixta de Colosía, cuyo coste había sufragado íntegramente. Ese mismo año, pone en marcha el Club Rotario de Barcelona y, en 1922, el Club Rotario de Santander.
7.- Delegación de los EEUU a Avilés, en 1924.
Habíamos citado el empeño de don Ángel por volver a recomponer las relaciones entre España y los Estados Unidos, que habían quedado maltrechas tras la Guerra de 1898. En 1924, se le presenta la oportunidad de protagonizar unos actos que van a significar un nuevo rumbo hacia la amistad entre los dos países. Por delegación expresa del Gobernador de Florida, Mr. Cary A. Hardee, va a encabezar la Delegación Norteamericana que participa en los actos del traslado de los restos de Pedro Menéndez en Avilés, del lugar en que estaban enterrados en la iglesia de San Nicolás a un nuevo mausoleo que había sido construido por el escultor Manuel Garci-González. Un grupo de personas en los Estados Unidos y en España, habían iniciado una serie de acciones de acercamiento entre ambos países que tomaron como punto de referencia la figura de Pedro Menéndez de Avilés y las ciudades de San Agustín y Avilés. Ya en 1919, con motivo de la conmemoración del 400 aniversario del nacimiento de Pedro Menéndez, se habían realizado actos tanto en los Estados Unidos como en España. El monumento del parque del Muelle de Avilés, con el conjunto escultórico que culmina con la escultura del Adelantado, o la publicación por primera vez de una biografía en inglés de don Pedro Menéndez, realizada de la que había sido hecha por Gonzalo Solís de Merás, en Florida.
D. Ángel Cuesta en la recepción en Avilés.
Personas como don Julián Orbón o Mr. John Batterson Stetson “Junior” habían iniciado el camino que será continuado, en 1924, por don Ángel Cuesta La Madrid y por don José Antonio Rodríguez, dos asturianos amigos que ya habían colaborado en la implantación de los primeros clubs rotarios de habla española en Cuba. José Antonio Rodríguez es ahora alcalde de Avilés y Ángel Cuesta La Madrid que tiene una excelente relación con el rey Alfonso XIII y con el embajador de los Estados Unidos en España Mr. Alexander Pollock More, ayudados por el corresponsal de ABC en nueva York, don Miguel de Zárraga, entre otros, serán los que impulsen estos actos y harán que desde Avilés se cursen las pertinentes invitaciones para los actos del “traslado”. A Avilés se desplazará desde los EEUU una delegación compuesta por veinte personas. Es la primera vez que una ciudad norteamericana envía una delegación al extranjero. En la numerosa comitiva que visitará Avilés estarán representados los tres estamentos de la Administración norteamericana. Por un lado el Gobierno Federal y su Presidente, en la persona del embajador norteamericano en España. Será también la primera vez que un embajador norteamericano visite Avilés. El Estado de Florida y su Gobernador estarán representados por don Ángel Cuesta Lamadrid y Mr. John Batterson Stetson, y la ciudad de San Agustín por diferentes e importantes personalidades. Viajan acompañados de familiares y también de periodistas. Por parte española, también estarán representados los tres niveles de la Nación. Ostentando la representación del Rey y del Gobierno, el general Álvarez del Manzano, la máxima autoridad de la provincia la ostentará el Gobernador Civil y Militar de Asturias, general Zubillaga y por parte de la Corporación Municipal de Avilés con su Alcalde, don José Antonio Rodríguez, a la cabeza.
El día 7 de Agosto llega por tren a Avilés la Delegación Americana, que participará en los actos del traslado de los restos de Pedro Menéndez a su nuevo mausoleo. En esos actos participarán, también por primera vez desde la Guerra de Cuba, militares norteamericanos y españoles juntos en un acto oficial, representando a los dos países. Las celebraciones duran hasta el día 10 de Agosto incluido. El día 11 la Delegación parte de Avilés hacia Santander en donde van a ser recibidos por el Rey Alfonso XIII y por el Presidente del Gobierno español, general Primo de Rivera.
Va a ser el Palacio de la Magdalena en donde se realice la recepción, que incluirá banquetes, baile de gala e intercambio de regalos. Tras los actos con la familia real una parte de la delegación saldrá de Santander con diferentes destinos y serán despedidos por el cónsul americano en la ciudad, Mr. Dawson. Otra parte permanece invitada por don Ángel Cuesta en su casona de “El Collado”, en Cimiano y visitarán las cuevas de Altamira, acompañados por el profesor de la Universidad de Madrid, señor Hugo Obermaier. Los últimos delegados salieron para Florida el 20 de Agosto de 1924.
La visita colmó las ansias de don Ángel Cuesta por lograr la consecución de en nuevo clima de amistad y entendimiento entre los dos países. Desde entonces esas relaciones entre los EEUU y España van a estar pivotando en torno a la figura de Pedro Menéndez de Avilés, fundador de la ciudad más antigua de los EEUU y también en torno a las dos ciudades hermanas de Avilés y San Agustín.
8.- Los últimos años
En el año de 1924 inicia las obras de la capilla y la escuela de Cimiano, en Panes. En 1925 pasa sus vacaciones en Andalucía con su familia, donde es recibido por el Rey que le condecora como Caballero con la Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica. Sin embargo vuelve nuevamente e Cimiano para inaugurar la nueva escuela de niños que ya está concluida. En 1926 sufrió una trombosis cerebral muy grave que le afectó a su lado izquierdo y al habla por lo que tuvo que ceder la dirección de sus negocios a su hijo Ángel Cuesta Jr. Sin embargo esto no le impidió seguir haciendo obras filantrópicas en favor de la sociedad y en 1928 dona una finca en Tampa para que en ella pueda construirse la “Academy of The Holy Names”. También en ese mismo año, entrega la cantidad de 5000 pesetas para la adquisición de los terrenos necesarios para ensanchar la carretera a Cimiano. En 1929 será nombrado Presidente del Rotary Club de Tampa y en 1931 es uno de los máximos
Saturnino Merodio ,autor del busto de D. Angel
colaboradores en la creación de la Universidad en esta ciudad. También en ese año realiza su último viaje a España. Será para asistir a los actos fúnebres de su hermana Manuela, en su finca de “El Collado”. En 1933 don Ángel envía una carta desde Tampa, dirigida al Alcalde de Panes, para que promueva la construcción de una plaza cubierta para que pueda en ella establecerse en ella el mercado del pueblo y, para ello, envía un primer cheque de diez mil pesetas con el objetivo de que con ese dinero se pueda acometer el proyecto y presupuesto de la obra. Gracias a esa iniciativa en 1934 se da comienzo a las obras de la plaza y se inicia una cuestación popular para, en
Busto de D. Ángel Cuesta en el parque de Panes.
agradecimiento, realizar un monumento en bronce del busto del benefactor. También empezará don Ángel a escribir sus memorias, que serán publicadas posteriormente en el periódico “El Eco de los Valles” de Panes. El 15 de septiembre de 1935, día de las fiestas de San Cipriano, se inaugura al mediodía, en Panes, el monumento en honor al gran benefactor. Había sido construido por suscripción popular. Constaba de un monolito, obra del ingeniero don Eugenio Gallart, sobre el cual se coloca el busto en bronce de don Ángel realizado por el artista Saturnino Merodio. A las dos de la tarde se realiza un banquete, en homenaje a don Ángel, en el Teatro Ideal de Panes; al mismo acuden autoridades, y una nutrida delegación de rotarios. Don Ángel no se desplazará para el evento, pero envía un cheque de cinco mil pesetas para atenciones especiales para los niños necesitados. Su salud es muy endeble y, en la madrugada del domingo día 26 de Julio de 1936, siendo las seis y cuarto de la madrugada, muere don Ángel Cuesta en su casa de Tampa, a la edad de 77 años.
Había sido un hombre bueno, un benefactor, un luchador por la paz, preocupado especialmente por favorecer a la infancia y facilitarle educación. Una enorme gentío, acompañan al féretro en su marcha hasta el mausoleo de la familia en el cementerio de Tampa. Un representante del Club Rotario de la ciudad enumeró, en un emotivo acto, los numerosos méritos del finado y se guardó un respetuoso silencio en su memoria, antes de la celebración de las ceremonias religiosas. La prensa norteamericana recogió profusamente la noticia del óbito. En España, sin embargo, las circunstancias a causa de la Guerra Civil, recién iniciada, impidieron la celebración de los homenajes que se merecía.
PARA SABER MÁS:
“Ángel Cuesta Lamadrid”. Autor: José Demetrio Diego. Santander, 2005. Gráficas Apel.
“Ángel L. Cuesta (1858-1936). El hombre que no olvidó su origen”. Autor: Andrés Barriales Ardura. Editado por los Clubs Rotarios de Avilés, Gijón y Oviedo. Año 2005.
“Avilés. Evocación y recuerdo. Capítulo de El Traslado”. Autor Román Antonio Álvarez González. Avilés 2010. Editorial Nieva.